Restaurante Ugly americans, no es Ugly, pero tampoco muy Pretty.

Fui al restaurante Ugly American. Arrastrado por un amigo al que le encanta el pollo apanado y que leyó en algún artículo que este nuevo restaurante ofrecía una mezcla de pollo apanado y waffles imperdible. Así que hicimos un grupo de 6 y nos fuimos al Ugly a ver que tal.

El ambiente está muy bien logrado, tras bajar unas escaleras aparece un ambiente americanísimo. A un lateral una barra magnífica de lado a lado. Al otro lado una línea de mesas tipo cabinas con sillones de cuero y en la mitad mesas normales.

El lugar es todo en madera oscura con unas lámparas blancas y grandes pero que dan poca luz, logrando un ambiente más acogedor que me gustó mucho, pero que perjudicó la calidad de las fotos . Así que en esta crónica, no hay fotos de los platos. 🙁 🙁 🙁

Restaurante Ugly American bogota
Restaurante Ugly American bogota

No pedimos entradas, aunque aquí en el restaurante Ugly American al llegar le sirven a uno pan de maíz (o sea una mantecada), con mantequilla de pimiento. Detalle que pocos restaurantes tienen y que ya te hace comenzar con el pie derecho. Estaba rico.

Como esta semana hice hamburguesa para el blog, pues me pedí la hamburguesa, fat kid cheeseburguer, rica, no espectacular. Después vi que se podía pedir con huevo y otras cosas, pero el mesero a mi no me dijo de esa posibilidad y la carta tampoco lo reflejaba. El pan muy rico, aunque no entiendo porque el mío estaba blandito normal, mientras en otras mesas vi que el pan estaba tostado, misterio del Ugly. Comparando esta hamburguesa, con la que hice la semana pasada, gana la del Ugly, pero sólo porque está hecha a la parrilla, y eso hace la diferencia en una hamburguesa.

Los mejillones. Lastimosamente me esperaba mucho más. Pedimos el plato grande, que debe traer unos 30 mejillones de tamaño más bien pequeño. Varios de ellos conservaban todavía los bisos, que son esas hebras que hay entre las conchas. Retirarlas es la primera operación en la preparación de los mejillones, se hagan como se hagan, encontrarse varios mejillones con estas hebras en el plato es síntoma de una poco cuidada preparación del producto en la Mise en Place. Además, de los 30 mejillones, habían unos 6 o 7 cerrados, es decir, de esos que se tienen que retirar de la cocción y nunca, pero nunca, llevar al plato; síntoma de una poco cuidada validación del plato en la última etapa de preparación. Y para un plato de casi 40 mil pesos, pues molesta un poco.

La salsa salvó a los mejillones, buenísima, buenísima, como para comer solo salsa con pan en todo el almuerzo, lastimosamente el plato solo viene con dos mini-rebanadas de pan y pedir una porción adicional fue toda una odisea, la rogamos 3 veces a 3 camareros diferentes. Al final llegó, pero cuando ya todo el mundo había acabado de comer. Eso me lleva al servicio, que no me convenció del todo, no se si había pocos meseros o si estaban mal repartidos, o si estaba más lleno de lo que se esperaban, en todo caso, se puede mejorar mucho.

Los otros platos de la mesa fueron:

Asado de tira con puré de papa y coles de bruselas marinadas en cerveza: que si probé y estaba muy rico (la carne estaba muy blandita, se deshacía en la boca).

Punta de anca: que si probé y estaba normal, estaba más rico el asado de tira.

Alitas de pollo picantes: que no probé pero que la comensal ratificó entre lágrima y lágrima producida por el picante, que efectivamente estaban picantes, pero también muy ricas.

Y el pollo apanado con waffles y miel de romero: que no probé, pero que el catador de apanado de pollo de Bogotá calificó como “delicioso”.

De postre, la casa recomienda como propios del Restaurante Ugly American unos Beignetes de canela y azúcar con queso crema y salsa de chocolate; o sea, churros con crema y chocolate. Correctos. Lo mejor del postre, el chocolate. Que es chocolate amargo y no chocolate con leche.

Ah! Se me olvidaba! Me tomé un jugo de mandarina maravilloso, cada sorbo era como darle un mordisco a la fruta.

Restaurante Ugly American
Restaurante Ugly American

En promedio los platos costaron un poco más de $30.000 cada uno y cada postre $11.000.

En conclusión, puedo decir que ya fui al restaurante Ugly American, y que quizás vuelva, pero un miércoles o jueves por la tarde para tomarme una cerveza en la barra y disfrutar del ambiente americano que han trabajado muy bien, quizás hasta pida algo de picar, mejillones seguro que no.

Ugly American

Calle 81 No. 9 – 12

Teléfono. 6447766